miércoles, 5 de noviembre de 2008

LOS MORROS DE AVILA


El Gobierno de Canarias declara la Zona Arqueológica de Los Morros de Ávila Bien de Interés Cultural
Se despliega en la cima de la Montaña de Agüimes, Gran Canaria, destacando por sus cuevas artificiales con pinturas y grabados de gran valor como 'hombre de Guayadeque'
El Gobierno de Canarias, en Consejo, ha aprobado el decreto por el que se declara Bien de Interés Cultural a la Zona Arqueológica de los Morros de Ávila, situada en la vertiente sureste de la isla de Gran Canaria. Se trata de un conjunto integrado por cuevas artificiales con pinturas y una estación de grabados rupestres de gran valor arqueológico. En la actualidad, sólo se conservan dos de las cavidades que formaron parte de este emplazamiento, si bien se constatan los restos de una tercera que desapareció con motivo de la extracción de sillares para la construcción de la iglesia de Ingenio. Estas cuevas están labradas en la toba roja, sustrato que ha sido aprovechado como cantera hasta fechas recientes. En otro término, la estación de grabados rupestres se emplaza en el lugar conocido como Morro del Cuervo o Morro Chico, también en la cima de la montaña de Agüimes. Esta estación se ubica en un afloramiento rocoso que destaca en el paisaje, orientada al oeste. En ella se han identificado seis paneles de grabados, ejecutados mediante un picado continuo y/o abrasión. En general, las representaciones más abundantes son las figuraciones humanas, entre las que destaca el popularmente conocido como "hombre de Guayadeque", que corresponde a un grabado antropomorfo de grandes dimensiones. Además, se constatan otras representaciones geométricas, principalmente incisiones lineales, que en parte pudieran tener un origen prehispánico pero entre las que también se encuentran grabados más recientes. Asimismo se observan numerosos grabados de antropónimos modernos que se superponen a los aborígenes. Las cuevas La primera de las cavidades, está dividida en dos estancias, y ha sido excavada a un nivel más bajo que el piso exterior. La sala principal presenta una planta irregular, siendo sus dimensiones aproximadas12,24 m en su lado mayor por 9,10 m en el menor, y una altura en torno a los 2,5 m. Una de sus paredes muestra una pequeña alacena y en el suelo una cavidad semejante a un silo. La sala anexa, de dimensiones algo más reducidas, exhibe una planta de tendencia rectangular, una alacena de forma triangular, y dos huecos que respectivamente corresponden a una puerta y ventana que comunican con el exterior. Ambas habitaciones conservan en sus paredes restos de pintura, definiendo en algunas zonas un friso de motivos triangulares en blanco sobre un fondo rojo almagre. La zona donde mejor se conserva esta representación es en torno a la puerta que comunica ambas salas, tanto a ambos flancos del vano en la sala principal como por el lado interior de la segunda estancia. La cueva número dos, situada muy próxima a la anterior, se encuentra excavada en la toba y semienterrada, presentando un relleno de piedras junto a la boca de entrada, si bien posee otro vano que pudo actuar como una segunda boca. De planta irregular, está constituida por una sola sala, sin dependencias, con una alacena labrada en la pared derecha de la sala. En sus paredes se conservan restos de dos franjas horizontales decoradas en rojo y blanco, a modo de friso que las recorrería en su totalidad, con una franja uniforme de color rojo situada en el tercio superior de la pared y una franja de color blanco que ocuparía el resto hasta el suelo. En esta última zona se localiza también un elevado número de cazoletas redondas y rectangulares, que asimismo se dispersan por el suelo, sin que sea posible otorgarles una función determinada. Además, en ambas cuevas aparecen pequeños agujeros, ranuras o canalillos en puertas, silos y ventanas que forman parte de los mecanismos establecidos para el cierre de estos espacios. En el exterior de las cavidades se levantan muros de piedra seca, algunos de cuyos paramentos pudieran tener un origen prehispánico. No obstante muchos son de construcción reciente y deben vincularse al uso como redil que hasta hace pocos años tenía este lugar. Delimitación La Zona Arqueológica "Cuevas y Morros de Ávila, en Agüimes", dadas sus particulares condiciones de configuración presenta, dentro del mismo Bien de Interés Cultural, dos áreas diferenciadas que vienen a coincidir con los dos conjuntos arqueológicos que lo integran: por un lado, las cuevas artificiales y, por otro, los grabados rupestres. Pese a quedar individualizados en dos áreas separadas no puede perderse la visión unitaria de conjunto histórico que define este bien y que queda corroborada luego por su inserción en un entorno de protección común. El entorno de protección de la Zona Arqueológica "Cuevas y Morros de Ávila" viene definido por un área de 295.619,608 metros cuadrados que engloba también la superficie del B.I.C. y un perímetro exterior de 4.972,975 metros lineales, incluyendo prácticamente la cima completa de la Montaña de Agüimes, así como parte del tracto superior de la ladera izquierda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
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