Ante más de 15.000 personas, el director de
La embajada de Ingenio entregó al presidente un ingenio azucarero en cerámica, un fular calado para su señora, unas aretas caladas por Amparo Sánchez (miembro de Coros y Danzas) y un CD de Coros y Danzas. El presidente se quedó impresionado y se mostró vivamente interesado por el significado del ingenio y por la técnica de los calados. La conversación fue muy corta, aunque departió con el grupo de nuestra villa durante más tiempo que con el resto de participantes (Malasia, Bangladesh, India, Polonia, Eslovaquia, Francia, Nepal, Bielorrusia, Siberia, Japón y China).
La treintena de miembros de Coros y Danzas que ha viajado hasta este festival ha partido ya rumbo a Surket, en el otro extremo del país, a más de 14 horas de distancia de Katmandú. El viaje está convirtiéndose “en una verdadera experiencia vital para muchos de los allí desplazados, al encontrarse con una variedad étnica, multicultural y espiritual que enriquece a todo el que la disfruta”, ha manifestado el director de la asociación cultural a través de un comunicado recibido en la tarde de este lunes, 8 de marzo.
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